Se q practicamente no he cumplido con la materia esta semana,,,pero tengo mis razones =) el fin de semana me aisle..me fui a la azulita y donde estaba de vaina habia television...y cuando regrese a merida me toco trabajar todo los dias completos de 8am a 10pm y salia demasiado agotada como para prender la computadora Upss!!!!!!! me gusta mucho la idea dl ahorcado intnte jugar pero no me sale nada..=/ ya sabemos q la tecnologia a avanzado a pasos enormes y que gracias aella se nos facilita en varios aspectos l modo de vivir,,aunq pienso q a veces nos acostumbramos tanto a esos avances que nos volvemos seres inutiles .o facilistas con esto no quiero decir q la tecnologia sea mala solo q muchos no saben o no sabemos como aprovecharla
Apreciada Alejandra:
ResponderEliminarSiempre vamos a tener una razón para quedarnos en ese calmo lugar que está antes de cualquier inicio. Tu preocupación por la tecnología -la de todos- me hace recordar una conversación que tuve hace más de 10 años con el Doctor Arnaldo Esté, eminente sociólogo y profesor de filosofía. En aquel entonces el Dr. Esté sostenía que los avances tecnológicos iban a suprimir nuestra pujanza por la erudición, reemplazando a los grandes recopiladores de datos (enciclopedistas) por excelsos creadores (humanistas). Así, el tiempo libre, como resultado del progreso tecnológico, se emplearía en otra clase de progreso: el que concierne al avance de nuestra condición humana.
Desafortunadamente, la visión optimista del Dr. Esté pareciera estar lejos de los hechos actuales.
La mayoría de los jóvenes padecen de ignorancia. Sus deficiencias gramaticales les impiden comunicarse con propiedad. La historia nacional y universal les resulta un misterio. La literatura es un mundo desconocido que orbita caprichosamente en el otro extremo de La Vía Láctea.
Si es cierto que la tecnología incide directamente sobre el desvanecimiento del acervo cultural, su influencia está subordinada al uso que le damos. La tecnología no es inicua, es inocua. Su perversidad está sujeta a cómo disponemos de ella; siempre ha sido así. Un machete puede servir para limpiar las tierras de las matas y hierbas inútiles o para quitarle la vida a un semejante. La televisión puede servir para expandir la conciencia de nuestra especie o para atrofiar sus facultades humanas. Lo mismo puede decirse de las computadoras, de Internet, de los videojuegos, etcétera.
El problema de fondo no es la tecnología. Aquí tenemos esta extraordinaria herramienta, el blog, y sólo 3 personas han cumplido (a duras penas) con las asignaciones. La limitación está en el centro de la cultura, de la sociedad, de cada uno de nosotros. Para la multitud luce mejor un hombre o mujer de poder, un ministro o una empresaria; frente a un hombre o mujer de luces, un antropólogo o una literata. Seamos honestos, ¿quién de ustedes tiene por aspiración alcanzar el grado de persona culta? ¿Quiénes están interesados en tratar los enigmas de nuestro paso por este mundo? ¿Acuden al diccionario cada vez que encuentran una palabra desconocida? ¿Leen por el puro placer de enriquecer su patrimonio intelectual? Tal vez, si asumiéramos que la tecnología no es nociva ni perversa, sino la usanza de los instrumentos que ella representa, obraríamos con mayor lucidez. Ahora bien, ¿quién está buscando la lucidez?